viernes, 30 de noviembre de 2012

Delhi, cerrando el círculo

Esta Delhi ya no es lo que era: está más limpia, menos ruidosa, hay un nuevo supermercado en el barrio… todo apunta a que somos más hindúes ahora que hace un mes.

DELHI CON TODO SU COLOR

Gracias a todos vosotros por seguir nuestros pasos por este sorprendente y paradójico país. Esperamos que os hayan gustado nuestras fotos, deciros que las que no habeis visto no valen un pimiento.

Hemos estado siempre pendientes de vuestras aportaciones a este blog y a menudo emocionadas al saber que de lejos nos quereis más.

LA INDIA MÁS JOVEN

Esta maharahí nº 3 ha aportado la parte técnica, y volcado a menudo sus propias emociones. El resto de maharahís están encantadas, dixit.


LA INDIA QUE ESPERÁBAMOS

Esta vez sí que phir milenge, gente.


Mandawa, de bodas y con estos pelos

Llegamos a este pueblín de treinta mil habitantes donde nos alojamos en pedazo haveli pegandito al templo.

INFANCIA TRABAJANDO

Nos tratan de lujo moro y, salvo la pesadez de algunos tenderos, en Mandawa se está muy bien street market arriba, street market abajo.

GULAB RAI LADIA HAVELI

Hacemos una ruta-havelis donde vemos el estado de abandono de estas casonas que tienen a sus dueños currando en Kolkata y a algunos guardianes cobrando las entradas a los guiris para ver restos de miniaturas en un pésimo estado de conservación.

EL TANDOORI


LA FUENTE PÚBLICA

Hemos llegado a la conclusión de que en India las bodas se celebran mayoritariamente a finales de noviembre. En el paseo matutino nos han invitado a un chay porque se les casaba la niña, pero la experiencia más abrumadora la hemos vivido al caer la tarde: de repente estábamos siguiendo una loca comitiva de danzantes con luces, banda de música y un tipo subido en un caballo... efectivamente estaban de “weding”.  

LAKSHMINARAYAN LADIA HAVELI

Sin comerlo ni beberlo, la familia del novio nos ha empujado a su casa, sentado entre todos los invitados, obsequiado con un delicioso badam ki lassi, almendras, pistachos y pasas. Hemos respondido a su petición de escribirle una misiva a los novios y nos han hecho un reportaje fotográfico que podría titularse “las pamca yatra en una boda hindi”.

LA COMITIVA DE DANZANTES Y EL NOVIO

Empujada por la muchedumbre, la maharahí número 2 se ha marcado junto a los convidados un baile flamenquito que les ha convencido de que salero nos sobra.
Cuando hemos percibido que se nos estaba prestando más atención que a la mismísima novia, nos hemos zafado de todas sus cortesías, declinando la invitación a cenar con ellos y beber hasta el amanecer, y hemos salido de allí camino de nuestra haveli, con el corazón en un puño.
Os dejamos la foto de los novios como prueba de la veracidad de este relato.

LOS NOVIOS

Preparamos viaje a Delhi, último destino de nuestro periplo por India, un Tavera al que no han limpiado desde el año 47 en que los ingleses abandonaron este país, nos deja en la estación de Churu donde cogemos el tren hacia la capital.


POZO DE HARLALKA


Namaskar.

TIENDA DE REGALOS EN LA STREET MARKET

Pushkar, los últimos rajputas

En Pushkar había tanta gente como esperábamos, además de camellos, caballos, turistas, y algunas cobras bailarinas. De hecho, una de ellas que se fue a dar una vuelta por el pueblo, topó con la maharahí nº 2, que aún muestra algunos signos de pánico.

CAMELLO DE FIESTA EN LA FERIA DE PUSHKAR

Visto el tamaño del campamento que se estableció a las afueras de pueblo, puede que coincidieran en esta ciudad todos los gitanos del Rajastán además de buena parte de los hindis, musulmanes, jainistas y otros habitantes de la India toda.


MUESTRARIO DE MEDICINA AYURVÉDICA


El motivo que les trae hasta aquí no solo es el trapicheo de camellos u otras mercancías de su interés, sino el conseguir purificarse en el lago sagrado en el momento de mayor potencial sanador de sus aguas: la luna llena de karttik, octavo mes del calendario lunar hinduísta.




EL LAGO DE PUSHKAR Y SUS GHATS

Las escaleras que llevan al lago (los Ghats), ofrecen un espectáculo de intensos rojos, amarillos, azules, blancos… todos los colores de los sharis de las mujeres a la hora del baño. Se nos han puesto los pelos como escarpias.

RAJPUTA EN LA FERIA DE PUSHKAR

La policía cuida de que no se fotografíe, no se fume, no se gasten bromas ni haya  manifestaciones de afecto en este lugar sagrado.
A la vista de que no nos alcanzó ninguno, pensamos que también han controlado a algunos falsos brahmanes que andan sacándole los cuartos al personal tras arrastrarles a una ceremonia donde se consigue la suerte eterna para uno mismo y todos sus familiares.

CAMELLO TUNEADO PARA LA FERIA

Hemos conocido el único templo que el dios Brahma tiene en India, eso sí, llevadas literalmente en volandas por cientos de fieles en una exaltación mística que no ha tenido precedentes en nuestro viaje.
El lugar de culto estaba lleno de moscas y avispas, que se alimentan de las ofrendas al  dios, y en ese estado de “indian cleaning” al que nos vamos acostumbrando.

EL "INDIAN CLEANNING"


LOS CAMELLOS ABANDONAN LA FERIA

En Pushkar todo el mundo está en el mercado, o en el asentamiento de las jaimas, o alrededor del lago. Nosotras, por supuesto, entre todos ellos.
Como el centro está colapsado, tenemos que irnos a las afueras a buscar un vehículo que nos saque de aquí; buen trato pero ineficaz, porque una vez más nos dejan tiradas en la puerta del hotel…  y vuelta a empezar.

SADHUS EN EL BARRIO

Hoy se nos ha añadido un imprevisto: un macaco-reshus ha entrado por la ventana de la habitación y se ha llevado una bolsa de  plátanos y un cinturón-fashion de la maharahí nº 5. A pesar de nuestros esfuerzos, no hemos conseguido localizar al portador del cinto, que suponemos estará causando furor entre sus congéneres.


EL MACACO RHESUS CON EL CINTO-FASHION DE LA MAHARAHÍ

Por fín salimos hacia Mandawa en lo habitual: el Tavera-guiris.

Tenemos que confesaros que hemos implementado un sistema defensivo frente al habitual interrogatorio de tukeros, gestores de hoteles o espontáneos sin más: Como las preguntas giran siempre en torno a nuestro trabajo y estado civil, acordamos que las pamca yatra trabajan para el gobierno (no especificamos en calidad de qué). Todas tenemos un husband y dos o tres hijos que nos esperan en nuestro país. A veces incluso les hacemos creer que ninguna trabajamos y que son los husbands los que se ocupan de nuestro bienestar. Hemos percibido cierta perplejidad ante este discurso y un alto grado de tolerancia hacia la forma de vida de los extranjeros.


COLORES EN LINGA

Os seguimos contando en nuestra próxima entrada: Mandawa

Phir Milenge.






lunes, 26 de noviembre de 2012

Bundi, nos vamos al cine


Llegamos a esta preciosa ciudad en un tren lleno de niños, profesores y nativos del país. Un auténtico parque temático para las criaturas que gritan como posesos y se mueven como macacos por todo el vagón. Al fin caen dormidos en sus literas y podemos disfrutar de algo de calma.

EL RANIJI-KI-BAORÍ

Nos sorprenden entonces unos okupas, familia de tres con un solo asiento… nos arreglamos como podemos hasta nuestra parada en Bundi.

EL LAGO NAWAL SHAGAR

En la estación ¡oh cielos!, aparece un tukero con un cartel en el que está escrito el nombre de la maharahí 4; nos subimos en su carrito-mínimo-espacio y otro fregao para pagar el servicio. Menos mal que ya estamos bastante curtidas y arreglamos un precio “good for you and good for us”.

LECHERO EN LAS CALLES DE BUNDI

El pueblo es pequeño, en los bazares volvemos a encontrarnos con artesanos de viejos oficios: carpinteros, colchoneros, trabajadores de imprenta… ofrecen un aspecto medieval aunque hablan por móviles de última generación.

MUJERES CAMINO DE UNA PUJA

Una de nuestras más acertadas decisiones ha sido ir a ver una peli de Bollywood “Son of Sandaar”, último estreno de las carteleras. Un relato de violencia de tbo y amor de fotonovela protagonizada por un sij que cuando aparece en pantalla levanta, literalmente, al público de sus butacas.
Éramos las únicas mujeres de la sala, pero este detalle no llegó a amedrentarnos ya que desde las primeras escenas, el público masculino se comportó como una recua de chiquillos vociferantes que aplaudían, gritaban y se reían sin conocimiento.

ZONA DE RECICLAJE EN UNA CALLE LOCAL

Salimos de Bundi en dirección a Pushkar y su “camel festival” un peldaño por debajo de nuestro acostumbrado estatus de maharahís: nos acomodamos como podemos en una Vanette en la que dejamos la rabadilla tras cinco horas de carretera perfectamente bacheada. 



VENDEDORES CALLEJEROS

Recién llegadas a Pushkar nos ofrecen un paseo en camello, que debemos rechazar dado el estado de nuestras exquisitas posaderas.
FAMILIA POSANDO ANTE NUESTRAS CÁMARAS

Os contaremos sobre camellos, shadus y otras yerbas en la próxima entrada.

Phir milenge.



Udaipur, las mil y una...

Hola a todos,
Hemos pasado dos días en Udaipur, restaurantes en terrazas con vistas al lago, iluminaciones que exaltan el "romanticismo" de la ciudad, tiendas de souvenires de calité...

EL LAGO PICHOLA

Visitamos el palacio de turno donde estaban preparando unos decorados en el más puro estilo kitch, no supimos bien si para una boda real o un filme de Bollywood. Tenemos la fea costumbre de coincidir con todo el mundo en las visitas a estos lugares, bajo un sol abrasador y llevadas casi en volandas por manadas de hindúes que desconocen el significado del término "distancia personal".

EL PRIMER ELEFANTE DE NUESTRO VIAJE

Hemos asistido a un espectáculo en el que gitanos del Rajastán cantan, danzan sobre vidrios rotos o accionan marionetas imposibles. Nos hemos perdido por los barrios de  uno y otro lado del lago Pichola, aquí, los vecinos de la mayoría de las casas adornan sus fachadas con murales de elefantes, camellos, guerreros, amantes, o dioses. Os dejamos una muestra de su colorido.


 
DECORACIÓN DE FACHADAS EN UDAIPUR

Orientadas por la Lonely Planet ( nuestro libro de cabecera), nos metimos en un restaurante "típico" a comer unos auténticos thali: media docena de camareros llenan nuestras bandejas de varios tipos de alimentos a toda pastilla, insistiendo en rellenarlas a medida que dábamos cuenta de nuestra comida. Un clima simpático rodeadas de hindúes.

FAMILIA VIAJANDO EN TUK-TUK

Las vistas desde la terraza del hotel hacia el lago Pichola son espléndidas, tanto de día como de noche. Lo podeis ver en la foto que os dejamos colgada.


Salimos de Udaipur en tren hacia Bundi. Os contaremos en la próxima entrada.

MUJERES LAVANDO EN EL LAGO PICHOLA

Namaskar.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Ranakpur y los jainistas

Hola familia, amigas y amigos, un inesperado error técnico evitó que os mostráramos la estampa de nuestro protector Ganesha.  Bien, ahí os queda en primer término:

GANESHA, DOS FIELES Y SU VEHÍCULO

Los jainistas se caracterizan por mostrar el máximo respeto hacia todo ser viviente, hasta el punto que algunos se colocan una mascarilla para evitar tragarse involuntariamente un mosquito.
Su templo es espectacular, nada menos que 1444 columnas de mármol y otras tantas personas visitándolo.

EL TEMPLO DE CHAUMUKHA MANDIR

Os entregamos una muestra de cómo andan nuestros zapatos después de dejarlos en la entrada de todos los templos que hemos visitado.

LOS CANSADOS ZAPATITOS DE LAS MAHARAHÍS

Nos adentramos en el mundo rural camino de Udaipur; el paisaje cambia radicalmente. La cadena montañosa del Aravalli nos ofrece imágenes que hasta ahora no habíamos disfrutado.

PASTOR RAJASTANÍ  EN EL CAMINO

Pequeños pueblecitos dedicados a la agricultura, ríos con agua y algunas cascadas. Los habitantes de esta zona llevan los turbantes más exagerados, las mujeres los colores más vivos y es un espectáculo ver pasar la vida desde nuestro Toyota Innova, en nuestro más puro estilo majarajás. ¡Hay mármol!

NIÑOS VENDIENDO CHIRIMOYAS EN EL CAMINO DE UDAIPUR

El driver nos para a comer en “Casa Manolo” donde lo único que se parece a nuestro país es el precio de las viandas.
Hemos entrado en Udaipur por la noche y nos ha sorprendido la iluminación de los edificios alrededor del lago. Calle tiendas-guiri y con menos depósitos de reciclaje para las vacas.

RÚSTICA NORIA DEL CAMINO DE UDAIPUR

Os seguimos contando nuestro paso por Udaipur en la próxima entrada.
Phir milenge


jueves, 22 de noviembre de 2012

Jodhpur, boñiga o muerte

El bus de lux que nos trae a esta ciudad estaba recién estrenado: viajamos cada una en un asiento sobre los plásticos protectores… un caló de achicharre. Durante seis horas el pasillo fue un trasegar de personas que subían, bajaban a mear, a hacer sus ofrendas o sus compras. Alrededor del conductor, dieciocho viajeros compartían el asiento del copiloto.
A la maharahá 5 se le sentaron encima una anciana y un niño. Ella, que se adapta perfectamente a lo inesperado, ni siquiera pestañeó.

JODHPUR DESDE EL FUERTE MEHRANGARH

Seis horas más tarde el bus nos dejaba en la raya continua de una gasolinera. Cogemos los correspondientes tuk-tuk, esta vez negociamos de lujo, y nos llevan hasta nuestro hotel azul. Porque Jodhpur es azul sobre todo si miras al cielo o a algunas azoteas, ya que el asfalto está plagado de detritus que dejan allí mismo para el alimento de vacas, perros y otros animalitos de dios.

BARBERÍA EN LA CIUDAD VIEJA


MERCADERES EN LA TORRE DEL RELOJ

Transitar por la calle principal es un ejercicio de funambulismo, vamos mezcladas las personas, las motos, los tuk-tuk, las vacas, los perros… sin que haya zonas delimitadas para unos u otros.

FUMADOR DE OPIO EN EL FUERTE MEHRANGARH

Jodhpur es la segunda ciudad del Rajastán y primera exportadora de la zona; textiles, muebles, aperos, especias y artesanías diversas. Esto la convierte en una ciudad-mercado-nacional.

No hay apenas turistas, sitios donde tomar un té o calles acondicionadas para los occidentales. Eso sí, no le falta el fuerte, el palacio ni los cenotafios, todos mu bonitos de ver.

LA TRANQUILIDAD DE NUESTRO BARRIO

 
La noche nos sorprende con una visita inesperada: hoy es el cumpleaños de Ganesha, que cumple cuatrocientos años y cerca del hotel han preparado una fiesta gastronómica. La maharahá 4 ha tenido la suerte de conocer personalmente a uno de sus vehículos que aparcó en la puerta de nuestras habitaciones.

VISTAS DESDE LA TERRAZA DE NUESTRO HOTEL AZUL


GITANOS CANTAORES EN EL FUERTE MEHRANGARH

Hasta la próxima en Ranakpur.
Shubhraatri personas